sábado, 11 de diciembre de 2010

Cuando Ypsen aún soñaba con Colin

Era todo, y no era nada.
Vivía siempre al limite, al fin y al cabo la vida se la sudaba.
Era el único capaz de acompañar mi soledad.
Era el abrazo más tierno y doloroso que jamás sentiré.
Se parecía tanto a mi, que eramos todo lo contrario.
Sin duda era la persona más increible que jamás conoceré.
Cada lágrima que he derramado por él ha sido justificada, pero sin sentido alguno.
Nunca he querido tanto a nadie, y no entiendo por qué.
Hubiese dado mi vida si él me lo pidiese. Juro que lo hubiese hecho.
Pero todo cambia, la gente cambia, las historias cambian, y él no iba a ser menos.
Y "gracias" a eso me enseñó la lección más valiosa y triste del Mundo.

2 comentarios:

Marina dijo...

Más tierno y doloro .. oish que mezcla =( de sentimientos. Me gusta mucho .. al final te acostumbras a que la gente cambie.

Sebastian Iglesias dijo...

Me gusto mucho! lo que escribes esta muy bueno.