La primera vez que vi este título pensé en lo maravilloso que sería hacer una gran celebración en la que el motivo de alegría fuese todo aquello que jamás nos había tocado vivir, porque siempre conmemoramos acontecimientos vividos, fechas que nos hacen recordar momentos claves de nuestra vida (cosa que me parece genial, cualquier motivo haya una celebración), pero me gustaría llegar más allá de todo esto, poder celebrar los días que no hemos llegado a vivir, los momentos malos que afortunadamente no hemos tenido que superar, las cosas que en nuestra vida no han tenido lugar. Por eso, en mi soñada fiesta, el motivo de alegría sería, por ejemplo, no haberme roto nunca una pierna. Si si, lo sé, puede que parezca una chorrada, pero que suerte que nunca me haya pasado eso, o que nunca haya tenido que sufrir una infidelidad, o tenido una insufrible enfermedaz.
En mi fiesta tendríamos que pararnos a pensar lo afortunados que somos por tener la vida que tenemos (lo cual también nos ayudaría a recordad que hay gente que no tiene tanta suerte como nosotros, y que nuestras manos y corazón pueden ayudar, aunque nos parezca que no lo suficiente, en hacer que esto cambie).
En esta fiesta habría brindis, brindis de felicidad, en los que todo el mundo se pararía a pensar que no todo lo que le sucede es malo y pensar en que "podría haber sido peor" (no se si a vosotros os pasas, pero yo, durante mucho tiempo, he tenido a mi alrededor un aura de negatividad contagiosa en la que la gente no podía dejar de quejarse por lo que les estaba sucediendo, por lo que este brindis serviría para dar positividad a la vida, y contagiar precisamente esto).
Lo sé, en ocasiones me pongo a delirar demasiado, pero... ¿no sería genial?
